Caputo anunció inversiones por USD 80.000 millones y descartó la dolarización
La entrevista de Luis Majul a Luis Caputo dejó definiciones sobre el rumbo económico del gobierno de Javier Milei. Pero detrás de los anuncios técnicos, se esconde una jugada geopolítica de alto impacto que podría redefinir el rol de Argentina en el tablero internacional.
Luis Caputo, visiblemente sorprendido y feliz por el nivel de apoyo recibido, reconoció que el respaldo del presidente Donald Trump y del secretario del Tesoro Scott Bessent fue mucho más contundente de lo esperado. En sus propias palabras, “Estados Unidos puso todas las herramientas sobre la mesa”. Ese gesto, que incluyó un swap por USD 20.000 millones, la compra directa de pesos y la posible adquisición de bonos argentinos, fue lo que permitió evitar un colapso inminente.
Respecto a los rumores de dolarización, el ministro fue tajante: “La dolarización está descartada”. El esquema de bandas cambiarias con flotación administrada seguirá vigente, al menos hasta después de las elecciones legislativas del 26 de octubre. También descartó una eventual devaluación a partir de esa fecha, argumentando que “la devaluación trae más pobreza”. Sin embargo, el esquema monetario y cambiario muestra signos de agotamiento, lo que impide acumular reservas internacionales de manera genuina.
En ese punto, Caputo se enfocó en destacar que Argentina ha cancelado deuda en dólares de manera récord y ha reducido el nivel de deuda pública como ningún otro gobierno en la historia reciente. Pero para sostener esa narrativa, necesita apoyarse en el auxilio financiero de Trump y en una alianza estratégica que habilite una entrada masiva de capitales vía inversión extranjera directa.
De manera enfática, el ministro anunció inversiones por USD 80.000 millones en los próximos cuatro años, enfocadas en energía, infraestructura y tecnología. La señal de respaldo externo disparó el precio de los bonos soberanos, que venían en caída. Según Caputo, estas inversiones permitirán un crecimiento sostenido que se traducirá en más puestos de trabajo y mejores salarios.
Además, anticipó anuncios importantes tras la reunión entre Milei y Trump. Esta cumbre representa la consagración de una alianza que mezcla finanzas, diplomacia y estrategia monetaria. El respaldo norteamericano no solo busca evitar una crisis inmediata, sino consolidar a Milei como socio confiable en el hemisferio occidental.
Sin embargo, el swap ofrece liquidez, calma la presión cambiaria y va a apreciar aun más al peso, pero no resuelve los desequilibrios estructurales. El riesgo es que se utilice como un parche y no como un puente hacia una reforma monetaria profunda. En esta alianza estratégica, se negocian varias vías de auxilio:
Transferencia de Derechos Especiales de Giro (DEG)
Crédito stand-by con liquidez inmediata
Compra de bonos argentinos por parte de EE.UU., tanto en el mercado primario como secundario
Si el acuerdo se concreta en su totalidad, Argentina podría:
Reforzar reservas sin emitir deuda tradicional
Estabilizar el tipo de cambio con respaldo externo
Recuperar credibilidad en los mercados financieros
La entrevista con Caputo y los movimientos del Tesoro estadounidense revelan dos capas de lectura. La primera, técnica: fortalecer el tipo de cambio sostenido por el ingreso de grandes inversiones. La segunda, estratégica: reposicionar a Argentina como socio de Estados Unidos en la región. El desafío será transformar ese respaldo externo en reformas internas que le den sustentabilidad al modelo. Porque sin cambios estructurales, el swap será solo oxígeno prestado. Pero si se aprovecha para rediseñar el sistema monetario y cambiario, Argentina podría finalmente salir del ciclo de parches y entrar en una etapa de estabilización real.