Se triplicó el déficit comercial automotriz en Argentina, aunque aparecen señales de recuperación


El déficit comercial automotriz argentino se triplicó en 2025, aunque la moderación de importaciones y la recuperación parcial del tipo de cambio real ofrecen señales de alivio.




En octubre, la balanza comercial del sector automotriz según los datos del INDEC cerró con un déficit de USD 761 millones, ampliando la brecha respecto al mismo mes del año anterior, cuando el saldo negativo había sido de USD 398 millones. La diferencia se explicó por una caída de USD 73 millones en las exportaciones y un incremento de USD 290 millones en las importaciones.

El dato positivo del mes se observó en el rubro de vehículos para transporte de mercancías, que alcanzó un superávit de USD 385 millones. Sin embargo, este resultado no logró compensar los déficits de USD 810 millones en autopartes y USD 336 millones en vehículos para transporte de personas, que terminaron arrastrando el saldo global hacia números rojos.

No obstante, es evidente el deterioro acumulado de la balanza comercial automotriz. Entre enero y octubre de 2025, el déficit prácticamente se triplicó respecto al mismo período de 2024 al pasar de USD 2.689 millones a USD 7.528 millones, reflejando un desbalance estructural que condiciona la competitividad del sector.




Para explicar este fenómeno, en primer lugar hay que considerar que las exportaciones acumuladas durante el año, hasta octubre inclusive, del sector automotriz no han mostrado crecimiento, sino que se mantuvieron prácticamente constantes, con un leve retroceso al pasar de USD 7.324 millones en 2024 a USD 7.124 millones en 2025




En contraste, las importaciones registraron un aumento significativo en el mismo período.



La variación en el total de importaciones del sector evidencia un crecimiento de 46,3% en el acumulado hasta octubre respecto al mismo período del año anterior. El crecimiento se explica principalmente por el aumento de las importaciones de vehículos para transporte de personas, con una variación de 115,9%, y de vehículos para transporte de mercancías, con un 107,6%.


El dato alentador es que se observa una desaceleración de estos guarismos, ya que la variación interanual de octubre 2025 respecto al año anterior, si bien muestra un crecimiento en el nivel de las importaciones, es de 21,2%, cifra mucho menor a la acumulada en el año hasta el mes de octubre, que alcanza el 46,3%.

Factores económicos que han impulsado el crecimiento del déficit comercial

Uno de los factores principales es que el año 2024 comenzó con un ITCRM (Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral) en 143, el mismo le otorgaba a la industria automotriz argentina una ventaja competitiva significativa en los mercados externos. Este nivel de tipo de cambio real favorecía al fortalecimiento de la balanza comercial. A medida que avanzaba el año el valor comenzó a descender y hacia abril de 2025 el ITCRM se había apreciado hasta 79, reduciendo drásticamente la competitividad inicial.

En paralelo, la eliminación del Impuesto PAIS abarató aun más las importaciones de autopartes y vehículos terminados a comienzos del 2025, lo que impulsó un fuerte crecimiento de las importaciones. Adicionalmente, se debía atender a una demanda reprimida en un contexto de apreciación cambiaria.

Sin embargo, el resultado fue un mercado interno inundado de unidades importadas, mientras que las exportaciones automotrices no lograron compensar el aumento de las importaciones.

En abril de este año, el cambio hacia un régimen de bandas cambiarias permitió cierta recuperación del ITCRM, que estuvo en torno a 100 en octubre. Esta corrección ayudó a moderar el ritmo del  crecimiento de las importaciones en el segundo semestre del 2025, pero no alcanzó para revertir la tendencia deficitaria del sector.

Por lo tanto, la industria automotriz pasó de un escenario de alta competitividad y potencial exportador en 2024 a enfrentar un  2025 con acentuación en el déficit comercial, producto de la apreciación cambiaria, baja de impuestos a la importación y de liberalización de las importaciones. No obstante, las últimas medidas cambiarias lograron atenuar parcialmente el impacto, pero el sector aún enfrenta el desafío de recuperar el equilibrio y dinamismo exportador.

En este contexto, es importante avanzar en políticas que fortalezcan la producción local de autopartes y, especialmente, en incentivos a las exportaciones que permitan diversificar mercados, ampliar la presencia internacional y consolidar un perfil competitivo y sostenible para la industria automotriz argentina.




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