Sin pass-through: la inflación de julio sorprendió con un 1,9%
La inflación muestra señales de moderación, con una variación interanual del 36,6% a julio. La devaluación del mes no se trasladó a precios, entre otros factores, por la baja del consumo y el encarecimiento del crédito.
Según el INDEC, el nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró en julio de 2025 un aumento del 1,9%. La división con mayor incidencia fue Alimentos y bebidas no alcohólicas, con una variación también del 1,9%. Las divisiones que mostraron los mayores incrementos fueron Recreación y cultura (4,8%), seguida por Transporte (2,8%) y Comunicación (2,3%).
Aunque la inflación de julio fue superior a la del mes anterior, el proceso desinflacionario continúa, con una inflación interanual que se ubica en el 36,6%.
Por otro lado, dos divisiones contribuyeron a moderar el índice: Bebidas alcohólicas y tabaco, con una variación de apenas 0,6%, y Prendas de vestir y calzado, que registraron una deflación del -0,9%.
Durante julio, el tipo de cambio tuvo una suba significativa: pasó de $1215 el 30 de junio a $1380 el 31 de julio, lo que representa una devaluación del 13,6%. Sin embargo, este salto no se trasladó plenamente a los precios, por lo que no se observó pass-through. Es decir, la inflación sorprendió con un 1,9% a pesar de una devaluación considerable. Esto se explica por el hecho de que la economía argentina ya ha acumulado una fuerte inflación en dólares en meses anteriores, producto de la apreciación cambiaria. A esto se suma la caída del consumo, que limita la capacidad de los formadores de precios para imponer aumentos que los consumidores no están dispuestos a convalidar.
La suba del dólar impactó en ciertos rubros compuestos por insumos importados, aunque de forma contenida. El fenómeno inflacionario actual responde a factores endógenos, no a la emisión monetaria, sino a la suba de los servicios, divisiones como Recreación y cultura y Restaurantes y hoteles, muy por encima del nivel general, influenciada por la suba sostenida de los servicios públicos y el Transporte.
Si bien la reciente suba del dólar no resulta alarmante, tampoco representa una amenaza directa al proceso desinflacionario. No obstante, es fundamental que la mejora en competitividad que esta suba podría generar en el nivel de exportaciones no se vea anulada por incrementos injustificados en los servicios públicos, que continúan siendo uno de los principales factores que presionan sobre la inflación.