De la peatonal Florida al ECHEQ: la vuelta de los cheques en dólares
En el marco de una política que busca fomentar la competencia de monedas y ampliar la oferta de servicios financieros, el BCRA habilitó nuevamente la apertura de cuentas corrientes en dólares, sobre las que se podrán girar cheques en esa moneda sólo por medios electrónicos (ECHEQ).
Corría el año 2001. Yo era cadete administrativo en una empresa que operaba con cuentas corrientes en pesos y en dólares. Las jornadas eran maratónicas: colas interminables en los bancos, adrenalina pura corriendo por la peatonal Florida para cubrir los cheques. El sistema funcionaba, aunque con billetes y cheques en papel en mano.
Hasta que llegó la crisis. El corralito, la pesificación forzada a $1,4 y días sin clearing bancario, por ende, no funcionaba la cámara compensadora de cheques. Las cuentas en dólares desaparecieron. Y con ellas, los cheques físicos en moneda extranjera. El sistema bancario se reconfiguró, y durante más de dos décadas, los cheques en dólares fueron solo un recuerdo.
Ahora, 24 años después, el Banco Central anunció algo que parecía impensado: vuelven los cheques en dólares, pero en formato electrónico. Nada de papel ni firmas a mano, lo emitís a través de una pantalla, solo ECHEQ.
Según el comunicado oficial, se habilita nuevamente la apertura de cuentas corrientes en dólares, desde las cuales se podrán emitir cheques electrónicos en esa moneda. Los cheques físicos siguen prohibidos. Las entidades financieras tienen plazo hasta el 1 de diciembre de 2025 para adaptar sus sistemas a esta nueva modalidad.
El ECHEQ ya demostró ser una herramienta útil para las pymes, por su facilidad de negociación remota y con un bajo costo operativo.
Esta medida se enmarca en una estrategia hacia una economía bimonetaria, donde las personas y empresas puedan elegir la moneda que prefieren para sus transacciones. Se suma a otras iniciativas como el uso de tarjetas de débito en dólares, QR interoperable y DEBIN programado en ambas monedas.
Esperemos que esta nueva etapa sea más ordenada, no importa si es más digital y sin papel, lo importante es no cometer los mismos errores del pasado y que no sea traumático como lo fue en el 2001. Porque si algo aprendimos en esos días de locura bancaria, es que la estabilidad no se logra con decisiones unilaterales para apagar incendios momentáneos, todo lo contrario, se construye con cimientos sólidos y planificados con coherencia y mirada estratégica hacia el futuro.