El país se está endeudando a tasa fija, aspira pesos y no acumula dólares

El cambio en la estrategia financiera de la Argentina, donde el perfil de deuda en pesos ha pasado a tener una participación mayor a tasa fija y de corto plazo, se contrasta con una menor demanda de dinero, suba del dólar y la no acumulación de divisas. 


En abril de este año, el equipo económico y el FMI acordaron modificar el perfil de la deuda pública en pesos, que entonces estaba dominado por instrumentos indexados a tasa variable. Como resultado, se decidió reducir la exposición a la evolución del dólar oficial y la inflación—mediante LELINK y Boncer—y fomentar el uso de instrumentos a tasa fija, como Lecap y Boncap.

Al principio, para reducir los riesgos de refinanciamiento de la deuda en pesos, se extendieron los vencimientos, reemplazando gradualmente los títulos vinculados a la inflación y al tipo de cambio por instrumentos de tasa fija a medida que avanzo la desinflación. A partir de julio, se suma a la estrategia financiera, la eliminación de las LEFI , en donde el Tesoro comenzó a licitar Lecaps a corto plazo, a 1, 2 y 3 meses, lo que desplaza la fijación de tasas por parte del BCRA y permite que el mercado determine la tasa de interés.

En solo tres meses, la deuda pública viró de un esquema mayoritariamente variable (60%) a uno más fijo (55%), reflejando un giro en la estrategia financiera del Estado.

En la actualidad la deuda en pesos esta compuesta en mayor medida a tasa fija.


En ese sentido, en la licitación de deuda de esta semana, el gobierno cumplió lo acordado, adjudicando una participación mayor a instrumentos a tasa fija en detrimento de los que están indexados a la inflación y los que ajustan según el valor del dólar, y adjudicó la mayor participación a instrumentos de tasa fijas.

En la reciente licitación de julio se adjudicó $8,5 billones habiendo recibido ofertas por un total de $9 billones. El monto adjudicado significa un rollover de 295,24% sobre los vencimientos de ese día.


Según el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, "el rollover alcanzado es consistente con el desarme de las LEFI ante su próxima extinción. Teniendo en cuenta el resultado de la presente licitación, el excedente por sobre los vencimientos resultará en una cancelación de deuda con el sector privado"

Ahora bien, yendo específicamente a los números el rollover estuvo compuesto en un 76% por LECAP de corto plazo: agosto, septiembre y octubre por la suma de 6,5 billones de pesos.

La tasa efectiva mensual (TEM) que pagan es mayor a la tasa de devaluación prevista en el mercado de futuros promedio de esta semana, en torno al 2,5%, a priori, sería una tasa real medida en dólares.

Paso a detallar LECAP a: 

15/08/25 $4,220 billones a 2,78% TEM/38,99% TIREA 
12/09/25 $1,203 billones a 2,65% TEM/36,93%TIREA 
17/10/25 $1,180 billones a 2,59% TEM/35,97% TIREA 
28/11/25 $0,193 billones a 2,64% TEM/36,72% TIREA 

Además se adjudicó deuda en BONCAP a: 

30/01/26  $0,400 billones a 2,68% TEM/37,30% TIREA
30/06/26  $0,022 billones a 2,70% TEM/37,65% TIREA 
15/01/27  $0,001 billones a 2,42% TEM/33,27% TIREA 

Por lo tanto, la adjudicación de la deuda a tasa fija de esta licitación fue de 7,1 billones de pesos, lo que representa un 84% del total, por ende, solamente el 16% del rollover fue realizado a tasa variable compuesto de la siguiente manera: 

BONCER a: 
31/03/26 $0,181 billones a 12,28% TIREA 

Dólar Vinculado a: 
31/10/25 $0,654 billones +0,00% TIREA 
16/01/26 $0,446 billones +5,08% TIREA

En ese contexto, la absorción de pesos por parte de la economía fue significativa, coincidiendo con una suba en el valor del dólar, a pesar de una liquidación récord del sector agroexportador. Sin embargo, el BCRA no acumuló divisas, ya que no intervino en el mercado al no alcanzarse el piso de la banda cambiaria.

No obstante, el Tesoro esta comprando dólares a través de operaciones en bloque producto de la acumulación de pesos por el superávit financiero, monetizando la economía, pero rápidamente esos pesos se aspiran nuevamente con un rollover de la deuda en pesos muy superior a los vencimientos, pagando una tasa fija de corto plazo, a priori, positiva desde el punto de vista de la inflación y de la tasa de devaluación prevista en el mercado del dólar futuro, con el objetivo de quitar presión a la fuerte formación de activos externos (FAE), compras netas de dólar billetes y en la lucha contra la inflación.

Aunque el país parece avanzar con medidas de control monetario y previsibilidad financiera, el desequilibrio externo persiste. La deuda a tasa fija busca anclar expectativas y evitar sobresaltos, lo cual es una excelente medida junto a la absorción de pesos para cortar la inercia inflacionaria. Sin embargo, el estancamiento de las reservas del BCRA deja en evidencia una vulnerabilidad estructural. 

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