¿El fin del dólar barato? El Banco Central acelera el techo de las bandas cambiarias desde enero
El cierre del régimen cambiario de 2025 marca el agotamiento del uso del dólar como variable de ajuste para contener la inflación y da inicio a un modelo de indexación que busca recuperar la competitividad perdida durante los últimos dos años.
Hace tan solo menos de dos años, cuando el tipo de cambio mayorista cotizaba los $825, el equipo económico aplicó un ajuste mensual sobre el valor del dólar muy inferior a la evolución de la inflación. Con una inflación acumulada desde principios del 2024 hasta noviembre de este año que superó el 185%, el valor del dólar ajustado por precios debería situarse hoy cerca de los $1900.
Sin embargo, el mercado mayorista finaliza el año operando en la zona de los $1452, lo que representa un incremento menor y genera un atraso cambiario. Este diferencial que se acentuó durante el 2025 incentivó de forma sostenida la demanda de divisas para importaciones y turismo, mientras redujo el ritmo de liquidación de exportaciones, limitando la capacidad del Banco Central para acumular reservas netas durante este año.
En la actualidad, el sistema de bandas cambiarias con un ajuste fijo del 1% está llegando a su fin. Con un techo al día de hoy de $1522 y un precio de mercado de $1452, el margen de maniobra es muy estrecho. Esta proximidad al límite superior obligó al Banco Central a intervenir para evitar que el precio perfore la zona de intervención, afectando la liquidez de las reservas. Ante este escenario, el Gobierno oficializó que a partir del 1 de enero de 2026 se sustituye el ajuste fijo por un sistema de bandas móviles indexadas bajo la regla T-2, lo que implica que los límites se desplazarán diariamente siguiendo el índice de precios al consumidor de dos meses anteriores.
Para el primer mes del 2025, el techo de la banda se ajustará un 2,5%, que es el valor correspondiente a la inflación de noviembre de 2025.
Ahora bien, bajo este nueva forma de medir las bandas cambiarias y dada la dinámica inflacionaria actual se proyecta que el techo pase de $1522 actuales a $1563 pesos en enero, a $1597 en febrero y $1629 en marzo, asumiendo una desaceleración gradual de la inflación.
El objetivo primordial que busca el equipo económico con esta modificación del esquema cambiario es que el tipo de cambio oficial no se abarate más en términos reales y permita al Banco Central acumular dólares de manera genuina. ¿Cuánto? Por lo menos, 10.000 millones de dólares de reservas netas para el ciclo entrante. Al trasladar la inflación pasada al precio del dólar de forma automática, el esquema busca eliminar la especulación de los exportadores y desincentivar el drenaje de dólares por servicios, estableciendo un nuevo equilibrio comercial basado en el precio.
Entonces, queda en evidencia, que en los últimos días de diciembre termina, por ahora, un periodo de dólar barato y subsidiado por la no acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central y vamos a entrar en un periodo de aceleración del valor máximo del techo del dólar, que a mediados del 2026 rondará en los $1700. Este valor, obviamente, esta sujeto a que se mantenga la indexación de las bandas cambiarias por la inflación pasada.
No obstante, las variables macroeconómicas y el pulso de la microeconomía van a ser la base para las futuras decisiones del equipo económico. A priori, la medida va en el sentido correcto, pero solo es un parche y no una solución de fondo.
