El bitcoin se desploma y el oro es el verdadero refugio de valor
El valor del Bitcoin cayó por debajo de los 90.000 dólares, por ende, la preocupación de los inversores en el mundo cripto es evidente. En cambio, el oro se consolida como refugio de valor.
Hace tan solo dos semanas atrás, en otro análisis les había manifestado que el precio del Bitcoin había caído de los USD 100.000. La caída era superior al 20% desde su récord histórico de 126.200 dólares alcanzado días anteriores. Técnicamente, eso marcaba el ingreso a un mercado bajista, es decir, una etapa prolongada de precios en descenso.
Uno de los indicadores que más preocupa a los analistas es la ruptura de la llamada “media móvil de 200 días”, una referencia que suele marcar tendencias de largo plazo. Al perder ese nivel, en ese momento ubicado en torno a los 109.800 dólares, se activaron señales de alerta. Es probable que el próximo nivel de soporte, un precio donde podría frenarse la caída, estaría cerca de los USD 80.000 de piso.
Sin embargo, desde este espacio vengo manifestando que la burbuja cripto de a poco se está desinflando, y buscando un valor de equilibrio frente a activos físicos y tangibles del mundo real.
Parte de la corrección que está atravesando el mercado cripto no se explica únicamente por cuestiones internas del ecosistema digital. Hay factores externos que están jugando un rol decisivo y que ayudan a entender por qué Bitcoin cayó por debajo de los 100.000 dólares.
En primer lugar, el dólar se está fortaleciendo frente a las principales monedas del mundo. Esto ocurre en un contexto de mayor estabilidad financiera global, lo que reduce el atractivo de activos alternativos como las criptomonedas. Cuando el dólar gana terreno, muchos inversores tienden a abandonar posiciones en activos más volátiles.
A esto se le suma que las negociaciones entre Estados Unidos y China, son más serenas ahora que a principios de este año. En este nuevo escenario, los activos de riesgo, como el Bitcoin, pierden protagonismo frente a otros instrumentos más consolidados.
El ejemplo más claro es el oro, que hace tan sólo 6 meses tenía un valor en torno a los USD 3.200, precio que fue creciendo sostenidamente en el tiempo. En cambio el Bitcoin, que tenía en ese momento un valor de USD 103.000, tuvo un compartimiento demasiado volátil, alcanzado un pico de casi USD 130.000 y desplomándose hasta los USD 89.000 en las últimas horas.
En el momento de escribir este análisis, tal como demuestra el gráfico, la evolución de los valores del oro y el bitcoin, han tenido un comportamiento divergente en los últimos 6 meses.
Por un lado, el oro ha aumentado más de un 25% en dólares, en cambio, el Bitcoin ha reducido su valor en más de un 11% medido en dólares.
El oro: refugio real de valor
Como dato adicional, el oro está viviendo un momento de revalorización histórica. Durante la gestión de Javier Milei, las reservas en oro del Banco Central de la República Argentina aumentaron más de 4.000 millones de dólares. Pero no fue por una decisión política, sino por el impulso internacional del metal como refugio financiero.
Las tenencias actuales del BCRA por 1.984,96 onzas troy se valoran en más de 8.100 millones de dólares. Este fenómeno refleja una tendencia global. Desde los 35 dólares por onza en 1944 hasta superar los 4.000 dólares en 2025, su trayectoria lo consolida como el activo defensivo por excelencia.
El mercado cripto podría estar atravesando una burbuja que requiere una corrección de hasta el 40% respecto a los valores máximos. La caída de BTC por debajo de los 100.000 dólares, sumada a las liquidaciones masivas y la pérdida de respaldo institucional, sugiere un exceso de especulación que necesita ajustarse para recuperar fundamentos sólidos.
Loa valores de las criptomonedas están debajo de su techo histórico debido al fortalecimiento del dólar, los acuerdos comerciales que reordenan los flujos globales, y el retorno del oro como activo defensivo. En este contexto, los inversores deben repensar sus estrategias, priorizar la gestión del riesgo y considerar que el mercado podría estar entrando en una fase de ajuste.